¿Escape Room o Breakout Game?
Cómo formar a tus empleados de una manera divertida.

Los Escape Room están de moda como una alternativa de ocio presentes en la mayoría de ciudades. Para los pocos que aún no sabéis de qué va: un grupo de jugadores se encierran en una sala de la que deben salir resolviendo una serie de retos. Los retos pueden ser de diversa índole y están relacionados con el tema del Escape Room. Existen temáticas para todos los gustos, y el Storytelling, junto con una estética muy cuidada, son clave para lograr una experiencia del usuario totalmente inmersiva.

Los Escape Room se han utilizado también como actividad de Team Building, pese a que la mayoría de las empresas dedicadas a esta actividad lúdica están orientadas al ocio, dejando de lado otros objetivos como son fortalecer las relaciones de equipo. Para asegurar que un Escape Room sea apto para objetivos empresariales, este debe diseñarse de acuerdo con estos objetivos. De hecho, la diferencia entre juego y gamificación radica precisamente en que la gamificación persigue otros objetivos que van más allá del simple hecho de divertirse.

Además de su popularidad como herramienta de Team Building, los Escape Room también son muy efectivos cuando se utilizan como apoyo a una actividad formativa. El problema radica, en la mayoría de los casos, en la falta de un espacio adecuado para facilitar el Escape Room. Por otro lado, las expectativas de un Escape Room es encontrar una ambientación acorde con la temática, que a veces, también puede ser excesivamente cara.

Breakout Game

¿Que hacer en estos casos?
Nuestra recomendación es diseñar un Breakout Game relacionado con el contenido formativo.  Los principios del diseño de este tipo de actividad son similares a los del Escape Room. Los participantes deben superar una serie de retos, que en este caso estarán relacionados con la formación, pero en vez de ser capaces de encontrar la manera de salir de una sala, deben abrir unas cajas.
La ventaja respecto al Escape Room es obvia: se puede organizar una experiencia gamificada a medida con mucho menos presupuesto, y en un espacio mucho menor. Pero es que además, añadimos el hecho de que se facilita la competición entre equipos, y es más adecuado en el caso de tener que realizarla para muchos participantes. Sea cual sea la solución que decidáis, es importante elegir a profesionales con la preparación adecuada para amoldar la experiencia a los objetivos perseguidos, que engloban, entre otros:

 

Presentar la formación de una manera original y divertida que sirva para retener mejor el contenido.
Evaluar los conocimientos que se han adquirido sobre una materia concreta.
Ofrecer un entorno en el que los participantes puedan hacer una simulación de determinadas prácticas.
Desarrollar competencias sociales y aptitudes interpersonales.
Fortalecer las relaciones de equipo.
Fomentar la creatividad y el desarrollo de ideas.
Motivar el aprendizaje.

 

Para acabar, os dejo con este resumen que explica claramente las diferencias entre un Escape Room convencional y un Escape Room con fines formativos.

 

Escape Room convencional vs. Educativo o formación

 

 

Nos gustan los retos.
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Let’s fun!
Ana Gonzalvo
ana@latitud.fun

 

 


 

Fotografía:
– Photo by Ariel Besagar on Unsplash

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